A sus doce años, John Freddy Vega no era uno más de los estudiantes colombianos. Tenía la curiosidad, como muchos, de investigar cosas por internet y venderlas al mejor postor. En su barrio la serie animada que tenía atrapados a todos sus amigos era Pokemón, él decidió imprimir los dibujos y descripciones de todas las criaturas animadas, redibujarlos a mano y venderlos. Con su mejor amigo creó un juego donde con las tarjetas y dados realizaban batallas al estilo de la serie animada.
“Fue muy accidental pero fue un negocio que, para tener 12 años, me abrió mucho la mente en la época y el poder igualador que tenía Internet para que cualquier persona pudiera, con una buena idea, acceder al mismo nivel de conocimiento del mundo entero y crear cualquier cosa”, cuenta vega y en referencia a las fichitas que armó para la venta dice: “espero que Nintendo no me demande cuando sepa lo que hice hace tantos años (risas)”.
Siempre quiso crear juegos desde niño. Creció escuchando las historias de Bill Gates, Steve Jobs, pero también de gente menos conocida como John Carmack creador de Doom y de grandes ejemplos del pasado distante como Prince of Persia. “Crear juegos se me hacía increíble, crear arte interactivo. Eso me llevó a investigar qué se necesitaba y descubrir que aprender a programar y conocer la tecnología a fondo, era el camino”. Al final del día no hago juegos todo el tiempo, pero fue ese empuje el que me llevó a amar la web y crear una empresa que le lleva a la gente el mejor conocimiento profesional para llevar cualquier idea a internet.
El negocio de las tarjetas de Pokemón se acabó cuando las madres de los más de 50 clientes que tenía comenzaron a odiarlo. Para esa época se presentó el caso de dos niños que sufrieron de epilepsia por problemas asociados al programa. “Recuerdo que tres madres fueron furiosas a hablar con mi mamá y a prohibirle a sus hijos hablarme. Mi madre me defendió como campeona pero perdí todos los clientes. Y así aprendí de intervención del gobierno al pequeño empresario”, dice.
A los 17 años le apostó a la tecnología y creó una comunidad online dedicada a compartir conocimiento avanzado de tecnología, en especial en diseño interactivo para la web. En el primer mes llegó a mil visitas únicas diarias y en el primer año a un millón de visitas únicas mensuales, fue así como nació Crsitalab. “Al día de hoy Cristalab no es mi principal empresa, pero sigue fuerte y exitosa, con dos millones de visitas únicas mensuales”.
En 2012 este joven emprendedor se unió con su competidor principal, Christian Van Der Henst de Maestros del Web y fundó en Estados Unidos y Colombia una empresa llamada “Mejorando.la”. Según la opinión de John Freddy esta es la ‘mejor’ plataforma de cursos online que lleva a la gente educación profesional en tecnología del nivel que la academia tradicional no puedo alcanzar.
Al día de hoy decenas de miles de personas hacen cursos en Diseño Web, Frontend y Backend profesional, Estrategia Digital y Marketing online, diseño y programación de apps para iPhone y Android, entre otros.
Mejorando.la en el 2013 generó $2.300 millones de pesos en ganancias. Cuenta con veinte empleados en Colombia y otros en México, Perú, Argentina y Estados Unidos. “El chiste interno de la empresa es que somos una pyme multinacional”, agrega Vega.
La clave del éxito para John Freddy Vega, consiste en ofrecer conocimiento de Sillicon Valley, Harvard o Stanford a personas que quieren pagar costos módicos. “Con $50 mil pesos al mes, se tiene clases en vivo, diplomas de certificación, y acceso a la más activa comunidad de profesionales de la web hispana ayudando a todos los estudiantes”.